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Hola a todos! Soy Lali, y hoy quiero compartir con ustedes la emocionante historia detrás de Pequeño Retoño.

Todo comenzó hace muchos años, cuando conocí a mi primer perrihija, Luna, en 2014. Desde el primer momento en que la vi, supe que sería mi pequeño retoño, mi gran amor. Cada vez que me refería a ella, la llamaba cariñosamente "retoño" o "retoñito".

Luna es mi hija, y para mí, es una parte importantísima de la familia. Así nació el nombre "Pequeño Retoño" que lleva con orgullo nuestro emprendimiento.

Nuestro logo, la patita con corazón, es un homenaje a Luna, ya que está inspirada en su propia patita. Es un tatuaje que llevo con amor, y decidimos en el 2020, en conjunto con un diseñador, rediseñar la propuesta inicial para obtener un resultado más satisfactorio siendo el distintivo de nuestra marca.

La historia de Pequeño Retoño cobró vida cuando noté que Luna tenía dificultades para encontrar una cama que se ajustara perfectamente a su comodidad. Fue entonces cuando decidí probar con un puff de telgopor para humanos, ¡y fue amor a primera vista! Luna se acomodó rápidamente, y su comodidad me inspiró a crear algo especial para ella y otros peludos.

Así fue como, en 2015, comencé a diseñar colchones de telgopor para mascotas con lona estampada y cordura en la parte inferior. Estos colchones eran altos y cómodos, con más de 10 cm de grosor, brindando el confort que tanto necesitaba Luna. Fue así como nació la primera línea de camitas, que luego conoceríamos como la línea Ofelia.

En 2016, mi familia peluda creció cuando Horus, el gordo marrón chocolate de las fotos, llegó a nuestras vidas. Horus era un perro increíblemente juguetón, adulto, pero también un mordedor incansable. Sus travesuras pusieron a prueba nuestras camitas (y paciencia jeje) pero encontramos una solución. Hicimos las camitas redondas, y Horus quedó encantado con su nuevo espacio de descanso. ¡Ya que al no tener puntas no tenía que morder!

Aunque en ese momento no comercializaba las camitas, al trabajar en relación de dependencia, mi deseo de trabajar independientemente siempre estuvo presente. En 2017, decidí comenzar a comercializarlas, ya que estaban 100% probadas y aprobadas por perros que rascaban y rompían camitas. Al ser pitbulls, nuestros exigentes probadores aseguraron que nuestros productos fueran de alta calidad.

El primer canal de venta fue Mercado Libre, pero al seguir trabajando en relación de dependencia, no pude dedicarle todo el tiempo que quería al proyecto. Sin embargo, para finales de 2017, tras tomar una decisión valiente, decidí renunciar y dedicarme al 100% a Pequeño Retoño. Comenzamos a crecer, y a principios de 2018, mi amiga Cindy, a quien conocí a través de una agrupación de rescate de perros, decidió unirse al equipo para ayudarme con las redes sociales, y así sumamos Instagram a nuestro alcance.

Desde entonces, Pequeño Retoño ha ido creciendo y evolucionando. Nuestra pasión por consentir a los peludos y brindarles un espacio de descanso cómodo y estilizado nos ha llevado a convertirnos en lo que somos hoy.

Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerles por ser parte de nuestra historia y por confiar en nosotros para brindarle a sus peludos un descanso de lujo. 🐾💕 Además, queremos contarles que estamos buscando todo el tiempo nuevos modelos y desafíos propuestos por nuestros clientes con camitas que quieren hacer y no consiguen. Sus ideas y sugerencias nos inspiran a seguir creciendo y ofreciendo lo mejor para sus queridas mascotas.

¡Gracias nuevamente por ser parte de nuestra comunidad y por apoyar a Pequeño Retoño en esta hermosa travesía junto a nuestras amadas mascotas!